viernes, 2 de noviembre de 2012

Los grandes déficits de la Unión Europea: la ausencia de una política social comunitaria y la PAC

En el entramado de la integración europea se perciben dos grandes déficits: la ausencia de una política social comunitaria y la aberrante existencia de una política agraria común de cariz fuertemente proteccionista.

LA AUSENCIA DE UNA POLÍTICA SOCIAL COMUNITARIA. La existencia en Europa de tres modelos de políticas sociales (el modelo bismarkiano, el anglosajón y el escandinavo) no se ha visto contrapesada por la existencia de una política social común. Esto ha generado importantes desequilibrios, visibles sobre todo en el diferente nivel salarial, en el coste de la Seguridad Social, en los privilegios laborales (como las vacaciones pagadas) o en la distinta duración de la jornada laboral.

LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN (PAC). La existencia de la PAC y su naturaleza proteccionista ha sido fruto de las presiones ejercidas por Francia y su muy potente sector agrario, preocupado ante el avance de los sectores secundario y terciario. Los objetivos que pretende la PAC son aumentar la productividad y las rentas agrarias del agricultor y conseguir la estabilidad de precios y la garantía del abastecimiento para el consumidor. Sin embargo, para alcanzar estos objetivos la Unión Europea debe pasar por encima de su propia naturaleza tendente a la liberalización del mercado, imponiendo un sistema proteccionista basado en la intervención sobre los precios de importación y exportación. El sistema se explica en el siguiente gráfico:


El funcionamiento de este mecanismo se basa en la fluctuación entre el precio de mercado (consecuencia de la oferta y la demanda) y el precio umbral (que es el precio necesario para asegurar la preferencia comunitaria). Si el precio de un producto de importación es menor que el precio umbral, a este producto se le añade una carga impositiva hasta alcanzar dicho precio. De la misma manera, si el precio de un producto de exportación es mayor que el precio mundial, este producto queda subvencionado de manera que pueda competir en el exterior. Estas subvenciones a la exportación llega a situaciones de dumping, en la que el estado (en este caso la Unión Europea) financia la venta de productos a un precio inferior al precio de producción hasta que este producto se haga con la confianza del mercado.

Con el tiempo, estas prácticas manipulativas se han ido atenuando, de manera que la partida de subvenciones ha perdido peso en el presupuesto comunitario, así como el almacenamiento público de productos. Aún así, la PAC sigue constituyendo un elemento injusto y antisolidario con los países más pobres especializados en productos agrícolas al mantener un nivel de autosuficiencia artificial para los europeos.



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